Pasadas éstas elecciones en los seis municipios del segundo departamento de la provincia podria decirce que, al margen de los resultados, no ha surgido un liderazgo incuestionable en esa porción de la provincia; al margen que los poderes locales de corto alcance se consoliden en algunos municipios como las raíces del yuchán. Aunque también hay que decir que en el Dpto. San Martín es difícil, por no decir casi imposible, que un poder político de un solo color alcance la primacía incuestionable.
Hay tres actores que sacaron una cabeza e intentan referenciar los sectores políticos a los cuales pertenecen. Dos de ellos son Sergio Leavy del FPV y Andrés Zottos del PRS, quienes hoy por hoy se mantienen firmes y sin amenazas liderando sus partidos en esta región de la provincia. Y un tercero, el Intendente de Embarcación Alfredo LLaya quien intenta la osada tarea de conducir un peronismo destruido por más de una década de fosilización de dirigentes y punteros en la etapa romero – wayariana.
De esto tres solo el primero hizo intentos de instalar nuevos nombres en la política, con resultados electoralmente negativos.
De los partidos y rejuntes electorales de tiempo provisorio diremos que su suerte no fue la mejor. El Partido Obrero mantuvo su piso sin más suerte. El Frente Salteño y el Acuerdo Cívico y Social que tan sorprendentes elecciones hicieron en capital aquí naufragaron, aunque también habría que preguntarse si era intención de sus cúpulas políticas asentar sus banderas aquí. El Frente Federal que llevó al “borocotó” tartagalense ex FPV, ex PJ y actual diputado provincial Armando Leguizamón y Salta Somos Todos que llevaba por candidata a Teresita Sansone Leavy no fueron ni la sombra de la elección a diputados nacionales.
De chivos, zorros y corderos.
Es común que el aparato político del gobierno de turno arrase en Embarcación, y ésta vez no fue la excepción. La diferencia cosechada aquí por la lista del PJ dejó en ridículo a todos y cada uno de los opositores. El PJ ingresó 7 de los 9 concejales, aunque no todos los peronistas sean de la riñonada del intendente. En el resto del departamento la suerte del PJ fue dispar: Triunfo en la pequeñísima Ballivián y en Aguaray. En el resto de los municipios, más grandes, no le fue bien. Pero los más de 4000 votos cosechados en el municipio del sur alcanzaron para aportar el 35% de los sufragios totales que volcaron la balanza a favor del PJ por una mínima diferencia ante el FPV. Sin embargo, a pesar de la victoria, el peronismo esta aún muy lejos de constituir esa fuerza dominante que hasta hace más de una década se consolidaba en los seis municipios.
Para De Vita que lo mira por tv
Como partido el PRS triunfó en la ciudad de Tartagal, aunque en la sumatoria de alianzas el Intendente Leavy se aseguró la mayoría en el futuro concejo deliberante tras el retiro de sus concejales rebeldes (Quiroz, Peredo, Palomo y Ferrer). La paradoja es que el candidato a diputado provincial y ex intendente de Tartagal Darío Valenzuela cosechara una merma de votos con respecto a la lista de su partido en concejales, quedando siendo superado por “Chanchín” Leavy, hermano del intendente de dicha ciudad y ex secretario del todopoderoso y extinto Senador Fernando Zamar.
Es claro que el próximo objetivo del PRS, de la mano del Vicegobernador Andrés Zottos, sea el de reconquistar la intendencia al FPV. A pesar de la crisis terminal del PRS (crisis de representatividad, migración de dirigentes, política) en las dos ciudades más grandes del interior de la provincia, por no mencionar a otras, el partido se mantiene como un opción fuerte. Esta elección del Partido renovador no es una sopresa, sino se mantiene dentro de sus márgenes históricos, pues es común en la capital salteña creer equivocadamente que el renovadurismo es primera fuerza en esta parte de la provincia cuando jamás lo fue, ni aún en las elecciones del 2007.
Caras Nuevas, Viejas Mediocridades.
De ser tercera fuerza en el departamento el FPV ahora es la segunda, y bien es cierto que este partido esperaba algo más: No puso los dos diputados que esperaba debido a los renovadores. Aunque como estructura se presenta mucho más organizada y conducida que el PJ. Su cuestión ahora pasa en abrir espacios en otros municipios, ya que la consolidación departamental es el paso necesario que debe dar el Intendente Leavy para proyectarse a nivel provincial.
El camino a andar de ahora en más por el sector de Sergio Leavy será el de sortear lasa dificultades que se generan dentro del municipio. Propio de una interna feroz y de medios de comunicación de una agudeza y virulencia única en la provincia, Tartagal no es un lugar donde pueda gobernar cualquiera. La complejidad de su población, tanto por su composición como por su cultura, y la crisis crónica surgida desde las privatizaciones de los 90` mantienen los ánimos caldeados y la situación siempre al borde de estallar. Sortear los inconvenientes heredados de la coyuntura política en general del pasado, sumado a los problemas climáticos que se agravan por la maliciosa desinversión en la infraestructura local hacen ya un gran desafío.
El mal crónico, propio de todo el departamento, es no contar y hasta subestimar las estrategias que vayan un poco más allá del aquí y ahora. La política del “Bolsón” se sigue implementando y la población en gran manera la sigue aceptando. Pero entiéndase al “Bolsón” como la política del corto plazo. Soberbia es una palabra bien aplicada para definir a los funcionarios que la aplican, siempre de 3º o 4º rango. Para ellos el no hacer nada es la garantía de la continuidad personal, y una feroz barrera para nuevas iniciativas que se afanan en acallar para seguir con lo mismo: la mediocridad o sea los parches de siempre sin buscar las soluciones de fondo. En la escena política estos mediocres son efectivos, pues llevan un impacto rápido a sus jefes aunque en realidad no resuelven nada; más que coordinar programas ya hechos y armados con fondos nacionales y/o provinciales que la mayoría de las veces ni eso siquiera saben administrar. El ejemplo de Tartagal es paradigmático, pues es un municipio que por los inconvenientes que tiene esta en el centro de la escena nacional y por lo tanto las oportunidades se le ofrecen como un gran abanico. Pongamos un ejemplo: La situación de la adolescencia tartagalense es gravísima, no sólo por la deserción escolar sino por la adicción al “paco” que esta devastando a una generación entera. Si la política del sector que tiene que proponer soluciones sea la de organizar “la elección de la reina” y colgar unos cartelitos de advertencia, bueno, ésa es la capacidad con la que contamos…
En definitiva, ninguno de los tres sectores que llegan a ocupar las tres bancas en diputados provinciales es opositor al oficialismo provincial. Aunque es difícil que se pongan de acuerdo entre ellos para llevar adelante un programa político común que defienda los intereses del conjunto de los municipios del Departamento San Martín. A pesar de sus distinciones llegan a la legislatura como una triple desalianza oficial.
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